Como muchos ya sabrán, el Voto, más que una simple papeleta en la cual un ser humano expresa su apoyo a  una determinada opción, es la herramienta más significativa que caracteriza a las democracias en el mundo.

El Voto tiene diferentes variantes y entre éstas nos encontramos con el Voto Verbal, que es aquel que se expresa a viva voz; el Voto Gestual, que es aquel donde nos ponemos de pie o levantamos una mano para apoyar a una determinada opción; el Voto Escrito donde apoyamos una opción mediante nuestra firma, por ejemplo  y el Voto Secreto, que es aquel más  comúnmente utilizado en las elecciones políticas, donde debemos utilizar una cámara secreta para expresar nuestra opción sobre una papeleta destinada para el proceso eleccionario.
Existen otras variantes de Voto pero que no viene al caso mencionarlas ni explicitarlas ahora.

El Voto, como instrumento principal de participación ciudadana de las democracias, no tan solo permite al  Soberano ( al pueblo ) elegir a su máxima autoridad sino que también para elegir a sus representantes que deberán velar por los intereses de los ciudadanos en los diversos estamentos que componen el Estado y que sean de elección popular.

Sin embargo, el Voto también es utilizado para dirimir controversias que puedan suscitarse dentro de la misma sociedad democrática, tanto entre los Poderes del Estado como entre el Estado (el pueblo) y el Poder Gobernante o Legislativo y lleva por nombre Plebiscito o Referendum. En este caso, el voto contiene la materia a dirimir y se expresará mediante opciones por las cuales los miembros de la sociedad deberán optar, Asi, de  este modo, la mayoría determinará que es lo que considera más apropiado para la continuidad armónica y funcionamiento de la sociedad

Para tener Derecho a Voto dentro de cualquier tipo de sociedad democrática, las Constituciones Políticas, o  Estatutos organizativos,  exigen a los miembros de la sociedad cumplir con ciertos requisitos tales como idoneidad, mayoría de edad, ser ciudadano, etc para poder acceder al Derecho a  Sufragio o Voto.

Hecha ya una somera descripción de esta herramienta fundamental de toda democracia, creo necesario hacer saber  también la importancia del Derecho a Voto.

Si bien el Voto nos permite expresarnos como miembro reconocido y merecedor de este Derecho por la sociedad, es necesario destacar la importancia que  debemos asignarle cuando somos poseedores de este Derecho Constitucional.

El Voto o el Derecho a Voto no tan sólo nos permite elegir, reelegir o rechazar para un nuevo periodo a  nuestros representantes sino que también, aparte de  dirimir controversias dentro del Estado, nos permite Aprobar o Rechazar a las autoridades tanto en la administración de los bienes del Estado como en la forma como conducen el país.

Es asi como en las elecciones políticas muchas veces nos encontramos, aparte de los votos sumados por cada uno de los candidatos, con un determinado número de votos de Rechazo o Castigo hacia el sistema político, económico y social  manifestados a través de los Votos en Blanco o Votos Nulos.

Hoy, no son pocos los chilenos que están ansiosos de poder Castigar y hacer pagar a la actual clase política por su reprochable e indigno  comportamiento para con sus electores pero, dentro de esta gran masa de chilenos y chilenas,  hay quienes, ingenuamente, creen  que la forma de castigar a estos personajes, que equivocadamente  eligieron como sus representantes, es votando  por los candidatos de la coalisión  opuesta, lo cual es caer en otro gran error.

Pues, no debemos optar por el facilismo pero si debemos ser capaces de reconocer que en el actual sistema político no existen diferencias sustantivas entre unos y otros y eso lo podemos ver claramente reflejado en el caso de la Educación, donde oficialistas y opositores, en un parafernálico acto en los salones del Palacio de Gobierno, levantaron sus manos entrelazadas para festejar un " acuerdo para la Educación " que en la realidad no produce ningún cambio sustancial al modelo educacional existente  pero si garantiza en enriquecimiento de algunos miembros de la casta política con los recursos del Estado.

Entonces, si pensamos en castigar a toda una clase política por estar alejada de los intereses de la ciudadanía, no podemos pensar que optando por el opositor lograremos cambiar nuestra actual situación. Sólo será volver a tropezar con la misma piedra y no habremos encontrado una salida para nuestras lamentaciones.

Hoy, votar por el o los candidatos de la Alianza o Chile  o  por la Concertación de partidos por la Democracia, es no cambiar en nada lo que hemos venido sufriendo en los últimos años y de lo cual nos lamentamos. Pues, han demostrado claramente en los hechos que el interés prioritario para ambas coalisiones es mantener las actuales condiciones de vida de los chilenos y chilenas y con ello todos sus privilegios.
La única motivación para estas coalisiones es mantener el Poder para salvaguardar sus intereses, por un lado y, para la otra, es tratar de acceder al Poder para profundizar y consolidar las grandes diferencias sociales que hoy existen y que grandes beneficios les han reportado a una minoría política y económica de nuestro país.

Ahora bien, volviendo al tema del Voto, esta misma clase política no se ha conformado tan solo con haber accedido a los numerosos privilegios y granjerias que se han otorgado a través de los cargos públicos y mediante leyes que han hecho en la medida de sus intereses personales sino que también han utilizado su poder para hacernos pagar sus " servicios " prestados al país. Sin el más mínimo pudor ni escrúpulo han transformado nuestro limpio Voto en otro medio para apropiarse inmoralmente de los recursos de todos los chilenos que están en manos del Estado.

Es asi como, en plena Democracia para algunos,  nuestros " Honorables " representantes en el Parlamento, y a través de una Ley de aprobación unánime, decidieron que fuésemos todos los chilenos y chilenas quienes pagásemos sus gastos de campaña electoral, o sea, que saliera de nuestros bolsillos lo que ellos deberían gastar en su publicidad, en sus viajes,  en sus comidas , en sus asesores, en sus secretarias, etc y lo llamaron " Financiamiento Público ".

Es decir, el Estado ( todos nosotros) debemos desembolsar una determinada cantidad de dinero que solvente los gastos que ellos harán previo a los procesos eleccionarios.

Para ésto idearon una fórmula muy especial, donde por cada voto que reciban los candidatos de sus electores, el Estado los  premiará pagándoles UF 0,03 proveniente de las arcas fiscales. Y esto no fue suficiente para saciar la voracidad política, decidieron que el Estado deberá entregarles, al momento de la inscripción de los candidatos, un Anticipo para sus gastos equivalente a UF 0,001 de acuerdo a los votos obtenidos por la coalisión o por el partido político en el anterior proceso eleccionario.

En resumidas cuentas, transformaron, automáticamente, nuestra preferencia por un candidato u opción expresada en el nuestro voto,  en un depósito directo a sus cuentas bancarias con la nada despreciable suma de  UF 0.03, algo asi como $ 620 pesos al día de hoy, 17/07/2008. Todo esto sin contar  con todo lo que les reportará ser nominado como representantes de los ciudadanos en el servicio público.

Esto que aqui les he mencionado lo pueden corroborar en la Ley 19.884 , Título  II , Párrafo 2°, denominado " Del Financiamiento Público ".

Quizás, todo lo dicho, pudiera ser hasta un costo marginal si nuestros representantes políticos cumplieran cabalmente con velar y proteger los intereses de sus electores pero toda la ciudadanía está conciente que los intereses personales de nuestros representantes, tanto en el Parlamento como en el Gobierno, son los que priman y ocupan un lugar privilegiado entre sus prioridades y , a cambio de ello, postergan una y otra vez los intereses de la población que los eligió.

Pues bien, todo lo aqui narrado ha sido mantenido en las penumbras y  guardado sigilosamente por nuestra clase política y nuestras autoridades para evitar que la sociedad les reproche tal canallada.

Es de esta manera que podemos ver que casi un 95% de nuestra población ignora la existencia de esta Ley de Financiamiento Público de los partidos políticos y candidatos a ocupar cargos de representación popular.

Aún asi, y pese a todo, debemos estar concientes que los chilenos y chilenas podemos utilizar nuestro voto bastante mejor de lo que esperan en la clase política de los ciudadanos en los  próximos  comicios electorales.

No estamos obligados a Votar por los candidatos que nos impongan desde las cúpulas políticas como tampoco a continuar premiando, con nuestro Voto, a quienes avalan y muchas veces justifican los abusos, los atropellos y las humillaciones que una gran mayoría de nuestro país ha debido soportar por ya largos y sufridos años a manos de esta clase de políticos.

Tenemos otras opciones, y si nos preciamos de inteligentes, sabremos como utilizarlas para terminar con una maquinaria política, en la cual se han coludidos impúdicamente concertacionistas y aliancistas,  para asegurarse el poder y someter al pueblo a sus mezquinos e inmorales designios.  

Tenemos en el Voto en Blanco y el Voto Nulo nuestra gran posibilidad de acabar con esta ignominia porque estas opciones NO PAGAN pero SI CASTIGAN el proceder y el comportamiento de quienes consideramos que no han hecho bien su labor como nuestros representantes. Es decir, si votamos Nulo o votamos en Blanco, no estaremos pagando con nuestros, muchas veces, escuálidos bolsillos su propaganda proselitista, ni sus viajes, ni sus comidas, ni el arriendo de sus sedes políticas, etc, lo que será el mejor castigo que podamos infringirle los ciudadanos a esta nefasta y déspota clase política que ni siquiera se ha dignado ni se ha tomado el tiempo para escuchar las crecientes demandas que claman por Democracia, por Justicia, por  Educación, por Salud y por Trabajo digno y decente  para toda la gente de nuestro país.

Pero como el Voto en Blanco muchas veces se presta para interpretaciones como la indiferencia del Ciudadano, tanto hacia el Sistema como hacia la clase política y en otras tantas posibilita para  que se cometan fraudes electorales; es por lo que desde aqui llamamos a optar por Voto Nulo porque, a través de él, expresaremos claramente todo nuestro Desprecio y nuestro Rechazo, tanto al Sistema mismo como a toda esa casta política que se ha encargado de administrarlo y profundizarlo violentando a toda nuestra sociedad.

Anulemos nuestro Voto escribiendo sobre él mismo la frase " Nueva Constitución ",  o la frase que mejor represente sus sentimientos,  y tarjando todos los casilleros de los candidatos , en lo posible con un lápiz a pasta, de modo que les sea imposible borrarlo.

Sólo logrando esta gran unión de la Ciudadanía, y sabiendo de antemano que no es nada de fácil pero que tampoco es un imposible, sólo con un multitudinario VOTO NULO en cada una de las  próximas elecciones a realizarse en nuestro país, obligaremos a toda esta  bazofia política a convocar a una Asamblea Constituyente que permita  redactar una Nueva Carta Magna que rija los destinos de Chile y los chilenos dentro de un marco de Democracia, Justicia, Equidad, Respeto y Libertad.

También lograremos, con la Fuerza de la Razón y de nuestro Voto,  Deslegitimar los abusos y atropellos institucionalizados desde hace largos años contra nuestra sociedad, lo cual nos permitirá también mirar con esperanza la construcción de un Chile Distinto y que podamos heredarles orgullosamente a nuestros predecesores.

También hacemos un llamado a toda esa juventud maltratada por el actual sistema y que la ha hecho reticente a inscribirse en los registros electorales, a sumarse a la sociedad no tan solo con el Derecho a Voz sino que también con el Derecho a Voto, porque sólo asi, y junto a ellos, podremos introducir  los cambios que TODOS anhelamos para nuestro  país.

Sólo asi los chilenos y chilenas que nos sentimos Disconformes, Decepcionados, Maltratados, Humillados y Violentados por este Sistema y sus guardianes políticos, nos podremos desquitar y hacerles pagar todo aquello que hemos venido sufriendo a causa de su indolencia e incapacidad de comprender e interpretar los reales intereses que tenemos hoy los millones de chilenos y chilenas de vivir en un país que nos escuche, nos respete y que nos llene de orgullo de ser Chilenos.